Introducción.
Como todo del mundo se permite el lujo de escribir sobre esa época histórica de España, con la ayuda de chatGPT también me lo voy a permitir. Para ello, me remonto a los años treinta donde no había una tradición democrática sólida, pero sí una larga historia de pronunciamientos militares.
“Franco no era fascista. Era algo peor.” – Paul Preston
- El fracaso de la Primera República Española (1873-1874) fue un reflejo de las profundas divisiones y debilidades estructurales que marcaron la política española del siglo XIX. La república, proclamada en un contexto de inestabilidad y crisis, se vio rápidamente socavada por la falta de consenso entre sus líderes, las constantes luchas internas y la resistencia de las fuerzas monárquicas y conservadoras. Además, la república se enfrentó a graves problemas económicos y a la insurrección carlista, que debilitó aún más su autoridad. Esta breve y tumultuosa experiencia republicana dejó un legado de desilusión y desconfianza hacia las instituciones democráticas, que persistió durante décadas y allanó el camino para la posterior dictadura de Primo de Rivera y, eventualmente, para el franquismo. Comprender este fracaso es crucial para entender las dificultades que España ha enfrentado en su camino hacia una democracia estable y duradera.
- La Restauración Borbónica: Tras el breve periodo republicano, España restauró la monarquía con Alfonso XII en 1874, iniciando el período conocido como la Restauración Borbónica. Este periodo se caracterizó por una alternancia entre partidos liberales y conservadores y un sistema político basado en el turno pacífico en el poder.
- La Guerra de Cuba: Durante la Restauración, España enfrentó una guerra desastrosa en Cuba (1895-1898), que culminó con la pérdida de sus últimas colonias en América y Asia. Este conflicto debilitó aún más la posición internacional y la estabilidad interna del país.
- El Desastre del 98: La derrota en la Guerra de Cuba y la pérdida de Filipinas, Guam, Puerto Rico y Cuba en 1898 se conocen como el «Desastre del 98». Este evento tuvo un profundo impacto en la autoestima nacional y llevó a un replanteamiento de la identidad y el papel de España en el mundo.
- La Semana Trágica: En 1909, Barcelona fue escenario de la Semana Trágica, una serie de protestas y disturbios que estallaron en respuesta al reclutamiento forzoso para la guerra de Marruecos y la represión de huelgas obreras. Esta crisis mostró las tensiones sociales y políticas que persistían en la sociedad española.
- La Crisis de 1917: Durante la Primera Guerra Mundial, España experimentó una crisis económica y social, exacerbada por la escasez de alimentos y el aumento del coste de vida. Esta crisis provocó una serie de huelgas y disturbios, que culminaron en la huelga general de agosto de 1917 y la posterior caída del gobierno de Eduardo Dato.
- Alternancia liberal-conservadora y «dictablanda» de Berenguer: Antes de la Segunda República, España vivió un periodo de alternancia entre gobiernos liberales y conservadores. La «dictablanda» de Dámaso Berenguer (1930-1931) fue un intento fallido de transición hacia una monarquía constitucional tras la dictadura de Primo de Rivera (1923-1930), marcada por una represión política relativamente suave.
- Fragilidad de la Segunda República: La Segunda República (1931-1939) se caracterizó por su inestabilidad política, con cambios frecuentes de gobierno y conflictos internos. Javier Tusell y otros historiadores han descrito la democracia de este período como poco consolidada y con tensiones extremas entre diferentes grupos políticos.
- Polarización de los años treinta: Los años 30 en España fueron extremadamente polarizados. Las élites conservadoras y las fuerzas de derecha, incluyendo falangistas y carlistas, se enfrentaron no sólo en las urnas a una izquierda dividida entre socialistas, comunistas y anarquistas. El aumento de la violencia política y los desórdenes sociales fueron notables, incluyendo asesinatos de políticos, asaltos a comercios y quema de conventos. Los historiadores aceptan las cifras de 111 muertes causadas por izquierdistas, 122 por las derechas, y 84 por las fuerzas de orden público.
- Revolución de izquierdas y desórdenes públicos: Desde 1934, hubo movimientos insurreccionales significativos, como la Revolución de Octubre de 1934, especialmente en Asturias y Cataluña, donde se produjeron graves enfrentamientos y represión. De todos conocidos son también los sucesos de «Casas Viejas». La idea imperante entre las élites era que la situación era consecuencia de la dictablanda de Berenguer y que hacía falta «mano dura». La escalada de violencia, culminó con el asesinato del político Calvo Sotelo, en una situación de crisis que precedió la guerra civil.


- Guerra Civil y represión: La Guerra Civil Española fue provocada por un levantamiento militar liderado por Franco y otros generales. Como dice José Calvo Poyatos, «De manera voluntaria o a través de movilizaciones forzosas, la población civil fue inmersa en ambos bandos en una lucha fratricida», La represión fue brutal en ambos bandos, aunque la zona franquista, autodenominada «Nacional», fue especialmente rigurosa en la supresión de derechos y libertades y la represión de todo lo que sonara a izquierda no frenó con el fin de la guerra sino que se alargó durante las décadas siguientes. Se persiguió a la población por motivos políticos, sindicales, el uso de la lengua materna, la enseñanza, el ocio, etc.
- Si comparamos las cifras «del problema», con el resultado de «la solución» en los años 40, resulta devastador: un pais por reconstruir, casi medio millón de personas en el exilio, más de 300.000 prisioneros en 180 campos de concentración, de los cuales más de 23.000 fueron ejecutados, y una vuelta a una economía de subsistencia similar al régimen feudal de la Edad Media. Los datos sobre exiliados, prisioneros y ejecuciones son consistentes con las cifras aceptadas por la mayoría de los historiadores.
- Ideología del régimen franquista: El régimen de Franco se caracterizó por un nacionalcatolicismo autoritario, con un fuerte componente militarista y conservador. Sin embargo, su ideología no era coherente y se basaba más en la figura de Franco y en un anti-comunismo feroz.
- Economía y autarquía: La autarquía del régimen despreciaba los postulados liberales del libre mercado y en la práctica la economía se asemejaba a la medieval, basada en un «tradicionalismo» elitista que fomentaba la corrupción de las mismas élites que habían provocado las guerras en Cuba y África. La represión contra todo lo que sonara a izquierdismo se mantuvo constante. Durante los primeros años del franquismo, el régimen adoptó una política económica autárquica, que resultó en aislamiento internacional y estancamiento económico. Esta política fue relajada en los años 50 y 60 con la apertura hacia inversiones extranjeras y la firma de acuerdos con Estados Unidos.
- Independencia de Marruecos y bases americanas: En 1956, el protectorado Marruecos obtuvo su independencia, y en los años 50, el régimen franquista permitió la instalación de bases militares estadounidenses, lo que marcó un punto de inflexión en la política exterior del régimen durante la Guerra Fría. Ello no evitó que en 1957 las revueltas marroquíes provocaran una guerra con el incipiente país por las posesiones españolas: Sidi Ifni, Sáhara, y las plazas e islotes cercanos al Estrecho de Gibraltar. La guerra finalizó con la intervención francesa y España cedió Tarfaya y otros territorios en los acuerdos de Cintra. Sidi Ifni se retuvo hasta 1969 y la salida del Sahara se postergó hasta 1975 con los acuerdos de Madrid, que contemplaron un referendum saharawi que nunca se realizó.
- Apertura económica en los 60: En la década de 1960, el país experimentó un desarrollo económico significativo conocido como el «milagro español», facilitado por la inversión extranjera y un cierto grado de liberalización económica. Esto permitió la aparición de una clase media consumidora y cambió el panorama social del país. El aperturismo político del ministro Fraga, aunque mostró una intención de modernizar y liberalizar aspectos del régimen, fracasó en generar una transformación política significativa debido a la fuerte resistencia interna y las limitaciones de las propias reformas.
- Revueltas Sociales: Durante los años 60 y 70, hubo un aumento de la protesta social y laboral que mostró la insatisfacción con las reformas superficiales. La respuesta del régimen fue a menudo represiva, lo que subrayó la falta de voluntad para un cambio político real. Los sectores más conservadores del régimen, incluidos los militares y el propio Franco, se opusieron a cualquier reforma que pudiera debilitar su control. Las reformas promovidas por Fraga fueron limitadas y no abordaron las demandas de democratización y apertura política real. Mantuvo intactas las estructuras autoritarias del régimen.
- Crisis del petróleo y transición democrática: La crisis del petróleo de los años 70 afectó gravemente a España, que ya estaba enfrentando problemas económicos. El asesinato de Carrero Blanco en 1973 y la posterior muerte de Franco en 1975 marcaron el fin del franquismo y el inicio de una transición democrática liderada por el rey Juan Carlos, como su sucesor.
- El intento del 23F: El intento de golpe de Estado en 1981 conocido como el «23-F», sucedió en una España golpeada por la crisis económica, la inestabilidad del partido gobernante, Unión de Centro Democrático (UCD), y el terrorismo de ETA. Fue un momento crítico que el rey Juan Carlos I supo manejar. Fruto de ello fue la consolidación de una monarquía constitucional similar a las democracias occidentales, donde se permite la alternancia política pacífica, cuando el poder se gana limpiamente en las urnas. Sin embargo, el 23F, mantuvo varias heridas abiertas en la sociedad española que han perdurado a lo largo del tiempo. La imagen de fuerzas armadas entrando en el Congreso y tanques en las calles, generaron un sentimiento persistente de vulnerabilidad ante la posibilidad de un retorno autoritario que evitó una reconciliación real y efectiva entre vencedores y vencidos.
- La Ley de Memoria Histórica, aprobada en 2007, tiene como objetivo reconocer y ampliar los derechos de las personas que padecieron persecución o violencia durante la Guerra Civil y la dictadura franquista. Esto incluye esfuerzos para identificar y exhumar fosas comunes, proporcionar indemnizaciones y reconocer formalmente el sufrimiento de las víctimas. La ley también promueve un ambiente de justicia y transparencia que puede ayudar a cerrar heridas más recientes, al fomentar un espíritu de reconocimiento y rectificación histórica. La revisión y Condena del Pasado Autoritario promueve la educación sobre la dictadura y la transición, ayudando a las nuevas generaciones a comprender y valorar la democracia y los derechos humanos, lo cual es crucial para prevenir futuros intentos de golpe y cerrar las heridas de la desconfianza en las instituciones democráticas.
- Sin embargo, el cierre completo de estas heridas también depende de la continua búsqueda de verdad, justicia y una educación sólida sobre la importancia de la democracia y los derechos humanos.

- Para saber más, aconsejo consultar:
- «Franco: A Biography» de Paul Preston
- «La Guerra Civil en Andalucía» de José Calvo Poyato
- 23-F: El intento de Golpe de Estado en España. Agencia EFE
- y visionar los siguientes vídeos de Academia Play:
- «Franco: A Biography» de Paul Preston